Una de las imágenes de la década: el presidente López Obrador saludando a María Consuelo Loera, madre de Joaquín "el Chapo" Guzmán. |
Esta semana no he estado tan al tanto de las noticias nacionales. Sabía que se había publicado otro artículo sobre los presuntos vínculos del narcotráfico y personas cercanas a AMLO, siguiendo la línea de los publicados en DW, ProPublica e InSight Crime a finales del mes pasado. La diferencia entre este nuevo reportaje, escrito por Alan Feuer y Natalie Kitroeff, en The New York Times (TNYT) y los anteriores, es el tiempo del que habla: ahora se nos informa de vínculos entre el crimen organizado y el actual gobierno encabezado por el "cabecita de algodón".
"Pero". Hay un gran pero, según dicen los autores de TNYT:
"Pero Estados Unidos nunca abrió una investigación formal a López Obrador y los funcionarios que estaban haciendo la indagatoria al final la archivaron. Concluyeron que había poca disposición en el gobierno estadounidense para rastrear acusaciones que pudieran implicar al líder de uno de los principales aliados del país, dijeron las tres personas con conocimiento del caso, quienes no tenían autorización de ofrecer declaraciones públicamente."